domingo, 18 de mayo de 2014

SER DE IZQUIERDA ES SER HONESTO PERO EN NOMBRE DE LA IZQUIERDA, LOS POLÍTICOS OPORTUNISTAS HAN HECHO GOBIERNOS DE DERECHA. EN VENEZUELA NO HAY UN GOBIERNO DE IZQUIERDA, POR ESO HAN FRACAZADO


ANDRÉS  MANUEL  LÓPEZ  OBRADOR, EX CANDIDATO PRESIDENCIAL DE LA IZQUIERDA MEXICANA, POR EL  “MOVIMIENTO PROGRESISTA”, Y HORACIO RADETICH,  AL DIRIGIRSE A LOS MEXICANOS  PARECIERA MÁS BIEN HABERSE DIRIGIDO A LA DERECHA OPOSITORA DE LA MUD EN VENEZUELA, Y A LOS QUE  TIENEN UNA MÁSCARA DE IZQUIERDA  EN EL GOBIERNO DE MADURO, Y QUE HACIÉNDOSE PASAR POR SOCIALISTAS O DE IZQUIERDA, EN LA PRÁCTICA HAN DESARROLLADO UNA POLÍTICA INDIVIDUALISTA, DE GRUPOS DE PODERES ECONÓMICOS DENTRO DEL PSUV Y EN LAS CÚPULAS DEL GOBIERNO NACIONAL, GOBIERNOS REGIONALES, MUNICIPALES, PARLAMENTARIOS Y DEMÁS PODERES PÚBLICOS, LO MISMO QUE HIZO AD Y COPEI DURANTE LA CUARTA REPÚBLICA.

 La política no es engaños, no es traicionar, no es corrupción, la política es un noble oficio, es tan limpia la política, que no los más sucios políticos han podido mancharla. Es un oficio para servir Participación de Andrés Manuel López Obrador, precandidato a la Presidencia de la República por el Movimiento Progresista, en el Foro sobre los fundamentos para una República Amoros

“…Una República Amorosa nos va a permitir sentirnos mejor”. “Creo que la felicidad no es acumular bienes materiales, títulos y fama, sino estar bien con nosotros mismos, con nuestras conciencias, y con el prójimo”. “No se puede seguir diciendo que uno es de izquierda y no hacer nada por el que sufre, por el que nos necesita”. “ Ser de izquierda no es nada más estar pensando en ver cómo me acomodo, a lo mejor me toca una plurinominal, y todavía con gran hipocresía y desfachatez hablar en el discurso que somos de izquierda, cuando el único propósito es que nos vaya bien a nosotros y no pensar en los demás”. “Ser de izquierda es ser honesto y pensar y actuar a favor del prójimo” El dirigente nacional de Morena subrayó que no se debe desvirtuar lo que representa ser un político de izquierda, por lo que descartó que la transformación de Morena en partido divida el voto de los sectores progresistas. “El corrupto no es de izquierda. Esos son simuladores, no se tiene porque dividir; ya basta de usufructuar el concepto de izquierda. La auténtica izquierda está del lado del pueblo, es ser congruente, representa ser honesto y tener buenos sentimientos”. “Ser de izquierda es sencillamente ser honesto. Ser de izquierda es tener buenos sentimientos y ser honesto y el corrupto no puede ser de izquierda”, enfatizó.
En el foro temático “Fundamentos de la República Amorosa”, destacó que este proyecto de nación se rige bajo tres valores fundamentales, que son la honestidad, justicia y amor, con el único propósito de regenerar la vida pública del país a través de una nueva forma de hacer política.
Dijo que la corrupción ha sido uno de los principales factores que han llevado a la decadencia de la nación, provocando falta de oportunidades, empleo, carencia de valores culturales y espirituales.
“En un gobierno donde se aplica la honestidad no habrá privilegios para unos cuantos; en un país donde hay justicia se combate la desigualdad y no unos cuantos lo tienen todo, mientras que la mayoría tiene solo poco. La política es limpia y es para servir, ni siquiera los sucios políticos la han podido manchar”, insistió.
López Obrador finalizó su participación mencionando que ser de izquierda, en la actualidad, significa ser honesto, pensar en el prójimo y actuar en consecuencia.




Como he venido sosteniendo, la decadencia que padecemos se ha producido, tanto por la falta de oportunidades de empleo, estudio y otros satisfactores básicos, como por la pérdida de valores culturales, morales y espirituales. Por eso, nuestra propuesta para lograr el renacimiento de México busca hacer realidad el progreso con justicia y, al mismo tiempo, auspiciar una manera de vivir, sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza y a la patria. 
Cuando hablamos de una república amorosa, con dimensión social y grandeza espiritual, estamos proponiendo regenerar la vida pública de México mediante una nueva forma de hacer política, aplicando en prudente armonía tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor. Honestidad y justicia para mejorar las condiciones de vida y alcanzar la tranquilidad y la paz pública; el amor para promover el bien y lograr la felicidad. 
La honestidad es una virtud que aún poseemos, que se tiene, que es la herencia de los pueblos, que representan todo el mosaico cultural de nuestro país, los que mantienen principios, valores de la gran civilización mesoamericana. 
Como aquí se dijo, en los pueblos indígenas de nuestro país existe una reserva de valores, que nos puede permitir la regeneración de la vida pública de nuestro país. 
Digo esto porque por una modernidad malentendida y también por el racismo y por la imposición, se ha querido soslayar los valores que hay en nuestros pueblos, comunidades indígenas y campesinas. 
Tenemos muchos valores en nuestro país, pero no se les exalta. Es cosa, por eso, de revalorar lo que significa la honestidad, darle su lugar, ponerla en el centro del debate público y aplicarla como principio básico para la regeneración nacional.
Es increíble que siendo la corrupción política el principal problema de México no esté el tema del combate a la corrupción en la agenda nacional. No se habla de este asunto y ha sido la corrupción política lo que más ha dañado a nuestra nación, es lo que ha dado al traste con todo, es la causa de la desigualdad social, de la desigualdad económica, es la causa de esta tragedia de nuestros tiempos, lo que ha llevado a que pocos tengan mucho y muchos tengan poco. 
Por eso la propuesta es elevar a la honestidad como la principal virtud pública, lo cual nos traerá muchos beneficios, que se piensa que eso es filosófico, teórico. No, la corrupción la tenemos que combatir por razones de índole moral, pero también porque es mucho el dinero del presupuesto, que es dinero del pueblo, que se va por el caño de la corrupción. 
Qué obtendríamos elevando a rango supremo la honestidad, haciendo el acuerdo entre todos de que vamos a establecer como forma de vida y de gobierno la honestidad. Para empezar los gobernantes contarían con autoridad moral para aplicar la ley y exigir a todos un recto proceder. Nadie tendría privilegios. Se podría aplicar un plan de austeridad republicana para reducir los sueldos elevadísimos de los altos funcionarios públicos y eliminar todos los gastos superfluos. 
Asimismo, con este imperativo ético por delante se recuperarían recursos –como lo he dicho– que hoy se van por el caño de la corrupción y esos recursos se destinarían al desarrollo y al bienestar del pueblo. Eso por lo que corresponde a la honestidad. La justicia, al igual que la honestidad, no aparece en la agenda de la llamada clase política. Qué es lo que hay en la agenda nacional o qué es lo que se trata en el Congreso. Son las llamadas reformas estructurales, los temas son reforma energética, que ya sabemos lo que significa, que es la privatización del petróleo y de la industria eléctrica. La reforma laboral para pagarle a los trabajadores por hora, a razón de siete pesos por hora, que son 28 pesos por cuatro horas, para ya no tener ni siquiera la obligación de pagar salario mínimo. La reforma fiscal para cobrarle impuesto a todos, menos a los de mero arriba. 
Esa agenda que se dicta desde el extranjero, se aplica en México, España, Rusia y en cualquier país. Desgraciadamente nosotros no tenemos una agenda propia, porque desde que se viene aplicando el modelo neoliberal, no tenemos un programa de desarrollo que recoja las necesidades del pueblo de México, que le dé respuesta a los grandes y graves problemas nacionales. 
Por eso no está en la agenda la honestidad y no está la justicia. 
No obstante, la falta de justicia en nuestro país es la sombra que nos persigue, el pecado social que nos impide estar bien con nuestras conciencias y poder desarrollarnos plenamente como seres humanos.
La pobreza en México es una amarga realidad, entristece, parte el alma y se encuentra por todos lados. Y, desde luego, no existe ninguna razón natural o geográfica que la justifique. Nuestro país todavía es de los que poseen más recursos naturales en el mundo, a pesar de que lo han saqueado por siglos. 
De modo que se padece la paradoja de vivir en un país rico con pueblo pobre y, como es obvio, esta contradicción no es por la fatalidad, el destino o la mala suerte, sino por la corrupción política, por la ausencia de justicia y por el mal gobierno.            Es tanta la insensibilidad de las élites del poder que aún en medio de la profunda crisis de inseguridad y de violencia se padece, se niegan a aceptar que la pobreza y la falta de oportunidades y de bienestar, originaron este estallido de odio y resentimiento. Desde luego, menos les importa atender las causas del problema. 
Por el contrario, en una especie de enajenación autoritaria, pretenden resolverlo con medidas coercitivas, enfrentando la violencia con la violencia, como si el fuego se pudiese apagar con fuego. Olvidan que no es la violencia, sino el bien lo que suprime el mal. A este pensamiento y proceder reaccionario y conservador, debemos oponer el criterio de que la inseguridad y la violencia solo pueden ser vencidas con cambios efectivos en el medio social y con la influencia moral que se puede ejercer sobre la sociedad en su conjunto. 
En otras palabras, hay que combatir la desigualdad para tener una sociedad más humana y de esa manera evitar la frustración y las trágicas tensiones que provoca. Estamos, pues, preparados y decididos a resolver la actual crisis de inseguridad y de violencia. Lo haremos bajo el principio de que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. La solución de fondo, la más eficaz y la más humana, pasa por enfrentar el desempleo, de la falta de trabajo, pasa por enfrentar la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y por incorporar a los jóvenes al trabajo y al estudio. Pero también nuestra propuesta busca que el sentido de la vida no se reduzca sólo a la obtención de lo material, a lo que poseemos o acumulamos, porque no solo de pan vive el hombre; de ahí que consideremos indispensable auspiciar una corriente de pensamiento que exalte y promueva valores éticos individuales y colectivos.
Tenemos que convencer y persuadir de que, si no buscamos alcanzar un ideal moral, esa utopía de la que se habló, ese sueño que se debe convertir en realidad, no se podrá transformar a México. Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra de individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación. Quienes piensan que este tema no corresponde a la política, olvidan que el fin último de éste noble oficio es hacer el bien, porque de ello depende la verdadera felicidad.
La política no es engaños, no es traicionar, no es corrupción, la política es un noble oficio, es tan limpia la política, que no los más sucios políticos han podido mancharla. Es un oficio para servir. Nuestra propuesta implica enaltecer por eso todo lo bueno que hay en los seres humanos y fortalecer los valores cívicos que hacen que la convivencia sea digna y respetuosa. Aquí abro un paréntesis para insistir sobre el por qué el tema principal de la política debe ser buscar la felicidad del pueblo. Ya está establecido en otras naciones, en la Constitución de Estados Unidos hay un artículo principal, fundamental que habla de que se debe buscar la felicidad del pueblo para el fortalecimiento de la Unión.
En la Constitución francesa de finales del siglo XVIII, lo mismo, el objetivo es buscar la felicidad del pueblo. En la Constitución de Apatzingán, de 1814, se garantizaba el derecho del pueblo a la felicidad.  El propósito es contribuir en la formación de mujeres y hombres buenos y felices, con la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso. El que tiene la conciencia tranquila duerme bien, vive contento. La felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo. Y aún cuando la idea del bien atañe a las convicciones personales, según sea nuestra manera de ser y de pensar, nuestra historia vital y nuestra circunstancia, existen preceptos generales que son aceptados por la inmensa mayoría de los seres humanos. Por eso hemos propuesto la elaboración de una cartilla moral o código del bien o constitución moral o guía para la conducta ciudadana o carta de virtudes cívicas o como finalmente se le llame, sin dejar de lado lo sustantivo que es hacer el catálogo de los valores personales, cívicos y sociales que deben reafirmarse y promoverse en los distintos espacios de la vida pública. 
No sé por qué tanto miedo a hablar de estos temas. Tenemos que poner en claro que hay valores que deben de fortalecerse y esto es muy importante. En esencia, se trata de poner en la agenda nacional los conceptos del amor, la honestidad, la justicia; la austeridad, la verdad, la dignidad, la no violencia, la diversidad, la no discriminación, la igualdad, el respeto, la fraternidad, la tolerancia, la transparencia, la pluralidad, la congruencia, la libertad, la felicidad y la verdadera legalidad y otros más. 
En consecuencia, hoy –aquí en Puebla– se da a conocer la convocatoria para elaborar con la participación de todas y todos, el documento con los preceptos básicos que serán las bases para una convivencia futura sustentada en el amor y en hacer el bien para alcanzar la verdadera felicidad. Este Congreso para constituir las bases de una República Amorosa se celebrará el 21 de marzo de este año, desde las 9 de la mañana, en el Museo de la Ciudad de México. En el comité organizador han decidido participar Alfredo López Austin, Laura Esquivel, Gabriel Vargas, Raquel Serur, Hugo Gutiérrez Vega, Enrique Dussel, Manuel Pérez Rocha, Emma Laura Manjarrez, Julio Glockner, Ernesto Lammoglia, Pedro Mendoza, Pío Bautista Ruiz, Honorio Alcántara, Luisa Cortés y José Luis Marín. 
Se está haciendo esta convocatoria, queremos que con la participación de todos, ese grupo organizador de ese Congreso, que se va a celebrar el 21 de marzo, con la participación amplia y plural. Ya vimos aquí lo que pueden aportar las comunidades indígenas. Ya escuchamos lo que es la sabiduría de nuestro pueblo. Es una convocatoria abierta a la participación de todos, padres, madres de familia, jóvenes, ancianos venerables de comunidades indígenas, filósofos, antropólogos, pedagogos, sociólogos, psicólogos, de todas las disciplinas, mujeres y hombres libres y conscientes con el interés de regenerar la vida pública de nuestro país.
Vamos pues a lograr el renacimiento de México. Yo termino diciendo, se nos pregunta y quiero que se sepa qué opino, creo que ser de izquierda en la actualidad, en nuestros tiempos es ser honesto, pero le agregaría que ser de izquierda es ser honesto, pensar en el prójimo y actuar en consecuencia
  
HORACIO RADETICH

El término mismo y la identidad de las izquierdas es hoy cuestionable. Recientemente Horacio Radetich escribió: ¿Por qué no soy de “izquierda”?
“No soy de ‘izquierda’ porque desde hace unos cuantos años cualquiera, sin importar su pasado ni lo que haga o haya hecho, puede autodenominarse como tal siendo, en realidad, conservador, de doble moral, autoritario, inculto, intolerante y misógino, entre otras ‘cualidades’. No soy de ‘izquierda’ porque a diferencia de ellos, que andan buscando líderes en cualquier bonapartista de cualquier ideología, me repugna la sola idea de liderazgo. En eso la ‘izquierda’ que venera la personalidad de sus supuestos líderes se parece mucho al nacionalsocialismo, al fascismo, al franquismo y al estalinismo.”
Curiosamente en un momento en que es válido poner en entredicho “ser de izquierda”, con los argumentos de Horacio y otros más, es cuando más pareciera requerirse una opción de izquierda y, más aún, es cuando a escala latinoamericana esa corriente tiene un inmenso poder, a través de la mayoría de los gobiernos de la región, a los que han arribado, por cierto, mediante procesos electorales.
En muchas partes he escuchado a militantes genuinos de izquierda preguntarse por qué en México no ha triunfado la izquierda. Hay dos respuestas polares: porque la oligarquía y el imperialismo lo han impedido mediante el fraude y la otra porque los que se dicen de izquierda, incluidos sus partidos y sus candidatos, se han prestado a ser derrotados y obedecen en realidad a los intereses del enemigo. Existen muchísimas otras opiniones, menos estridentes y más preocupadas por buscar explicaciones más sensatas.

martes, 13 de mayo de 2014

SE EQUIVOCAN POR INGENUIDAD O INTENCIONALMENTE QUIENES OPINAN QUE LA ACTUAL CRISIS POLÍTICA ES UNA LUCHA DE CLASES ENTRE EXPLOTADOS Y EXPLOTADORES, EN EL FONDO ES UNA LUCHA ENTRE OLIGARQUÍAS

Está claro que la motivación inicial del proyecto bolivariano fue la lucha por una democracia participativa, la ética, la moral, la soberanía nacional, la independencia de los poderes públicos, la eliminación de la exclusión social por una política de inclusión, un Estado social de derecho y de justicia, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la corresponsabilidad social, la construcción del poder popular, y otras basadas en el artículo 5to de la CRBV; en la práctica solo se ha  hecho demagogia y populismo con estos principios, aún cuando se han desplazado beneficios sociales a través de las misiones a los sectores más golpeados  que fueron marginados durante la cuarta República .
Pero, debido a la burla y desviación del proyecto original bolivariano, zamorano y robinsoniano, se ha producido una insatisfacción y frustración en la sociedad venezolana, la cual  ha sido aprovechada por sectores extremistas de la oposición identificados con el fascismo. Estos sectores nazis fascistas han ejecutado barricadas, asesinatos y quema de instituciones públicas y privadas, creyendo que esa inmensa población insatisfecha iba a seguirlos en sus acciones vandálicas.
Pero el fondo del conflicto actual no es una lucha de clases entre explotados y explotadores como lo afirman dogmáticamente ciertos sectores políticos evocando a Carlos Marx, Lenin, Federico Engels y a Mao Tsetun  entre otros. Si bien es cierto que los cinco comandantes del 4 de Febrero se revelaron contra el régimen de la vieja oligarquía y de la  burguesía parasitaria vinculada con el capital transnacional, evocando a Bolívar, Zamora y a Simón Rodríguez, también es cierto que el proyecto original  fue desviado por una nueva cúpula proveniente de los viejos partidos políticos,  constituyéndose también en una nueva oligarquía; y como el proyecto original fue desviado, se han aplicado ciertas medidas de beneficencia social debido a los altos volúmenes de recursos originados por el salto del precio del petróleo de 7 $ a más de 100 $ por barril , pero esas medidas no llegan a ser ni siquiera reformas, mucho menos una revolución.
La lucha bolivariana inicial fue enajenada y secuestrada por cúpulas que han hecho un capitalismo de Estado sin comprometer las estructuras sociales, económicas, políticas,  y han mantenido una práctica inmoral y anti ética contraria a la filosofía de la moral y de la ética de Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez. Hasta ahora ha existido una caricatura de poder popular y una parodia de revolución, es decir, una imitación burlesca del proyecto bolivariano original. No somos sectarios ni extremistas, pues reconocemos que  un porcentaje considerable de recursos han ido a parar al pueblo, pero el grueso de esos recursos ha ido a parar a manos de gobernantes, sin control ni contraloría social, formando una nueva oligarquía heterodoxa vestida con un disfraz de izquierda y de socialistas del Siglo XXI. Mientras tanto la vieja oligarquía ortodoxa, liderada por Capriles Radonski, Corina Machado y Leopoldo López, que perdió el poder político en 1.998, el cual le suministraba poder económico, se ha transado en una lucha callejera creyendo que con eso van a quitarle el poder político a la nueva oligarquía con el apoyo político y logístico de USA, para fortalecer sus imperios económicos. En fin, la crisis política actual no es una lucha de clases entre explotados y explotadores, si no una lucha por el poder político entre oligarquías para disputarse los recursos petroleros. La única diferencia entre esas oligarquías es que la derrotada en 1.998 es neoliberal y excluyente, mientras que la roja rojita, aún cuando acumula capitales comportándose como capitalistas, entrega más recursos al pueblo pero sin control, aumentando la corrupción administrativa, y aplican un capitalismo de Estado evitando la construcción de un verdadero poder popular y  Poder Moral o Ciudadano.

ALIRIO GIL, MIEMBRO DEL SECRETARIADO REGIONAL DE VBR EN EL ESTADO TRUJILLO.

domingo, 27 de abril de 2014

HUGBEL ROA Y SU COFRADÍA SON LOS QUE VIOLAN EL LIBRO ROJO, LA CRBV Y LAS LEYES

La afirmación hecha por el diputado importado Hugbel Roa según la cual "Violar el libro rojo es traicionar el llamado del presidente Maduro", provoca  una risotada más y a la vez causa un malestar y una bofetada al honor y a la dignidad de los que una vez creímos y militamos en el PSUV y que luego renunciamos a esa organización política. Según Roa, el presidente Maduro ha hecho un llamado a los que se alejaron del partido. A esto le respondemos  a Roa, que las causas por las cuales nos retiramos del PSUV todavía persisten porque el PSUV  responde a un modelo de partido de  élites, antidemocrático, vertical, autoritario, cupular y que ese modelo es el que sirve a intereses de grupos de poder económicamente poderosos.
El afirma que el “debate político se debe asumir con madurez y humildad”. Le preguntamos a Roa ¿Cuál debate se da en las filas del PSUV, cuando ellos mismos afirman que la Dirección nacional del PSUV es la que va a decidir quienes son los que van a estar en las direcciones regionales, municipales y parroquiales de ese partido político? Madurez política es la que debe  promoverse en el PSUV, pero no la humillación,  la reverencia y la sumisión ante las imposiciones de las cúpulas partidistas. La madurez no se decreta, se obtiene a través del libre debate, y en ese partido político está vetado y censurado el debate.
El importado afirma que en el PSUV coexisten corrientes pero que todas coinciden en ser chavistas. La corriente de derecha donde milita Hugbel Roa, que es la mayoría predominante y  avasallante, es la menos chavista que hay en ese partido, pues Hugo Chávez promovió la irreverencia, la rebeldía y la subversión a todo lo que significa inmoralidad, deshonestidad, exclusión e imposiciones verticales de cúpulas, aunque también el  fue débil y cedió ante las presiones de esa mayoría avasalladora de la derecha dentro de la cúpula del PSUV.
Es cierto que en el Libro Rojo está establecida la escogencia a “dedo” de las autoridades de ese partido, pero ese método anti democrático  denominado “cooptación” no es el exclusivo en el Artículo 5 de los estatutos. Allí también esta establecida la elección directa, secreta y universal, que es el único método democrático existente hasta ahora. Lo que pasa es que a las cúpulas y a sus redes internas no les conviene democratizar ese partido, ya que perderían sus privilegios. Además ese método es inconstitucional, ya que aunque el método del “dedo” o cooptación aparece en el artículo 5 del Libro Rojo”, sabemos también que el artículo 67 de la CRBV establece que los organismos de dirección de los partidos políticos y los candidatos y candidatas  a cargos de elección popular “serán seleccionados o seleccionadas en elecciones internas con la participación de sus integrantes”. Las cúpulas del PSUV violan esta norma constitucional pues ningún decreto, ley, ordenanza o estatutos  de partidos políticos deben estar por encima de la CRBV. Además, el artículo 188 de la CRBV establece que para ser diputado o diputada a la Asamblea Nacional, el aspirante debe “haber residido cuatro años consecutivos en la entidad correspondiente antes de la fecha de la elección; y Usted, señor Hugbel Roa al igual que José Morales, Manuel Briceño  y Christian Zerpa, vivieron en el estado Portuguesa, Aragua y Mérida respectivamente toda la vida y fueron traídos a Trujillo por Hugo Cabezas,  sobornaron y presionaron a prefectos de los tres Circuitos para darle a ellos una constancia de residencia,  haciéndolos aparecer como residentes antes de la inscripción como candidatos a la Asamblea Nacional.
Más adelante Roa dice que “quienes están apostando a proyectos personales y grupos están en contra del legado del comandante Chávez”. Roa todavía piensa que los trujillanos somos unos ñeros y tarados, y especialmente los militantes del PSUV. Los trujillanos no somos borregos. Lo que pasa es que los trujillanos somos muy pacientes, pero la paciencia tiene un límite, así como se tuvo la paciencia en 40 años aguantando a los adecos y copeyanos hasta que en 1.988 la paciencia  llegó al colmo. Es una historia que va a repetirse .En realidad, los proyectos personales si han existido en la dirigencia del PSUV, formando grupos de poder económicamente intocables, pero el comandante Chávez sabía de la existencia de esos vicios y taras heredadas de la cuarta República y no pudo combatirlos debido a la agresiva acción de los “alacranes y serpientes” que neutralizaron todo intento del Cmte. Chávez en acabarlos. El Comandante Chávez  sucumbió  ante las tenazas y los colmillos venenosos de la corriente de la derecha oligarca dominante del PSUV, cumpliéndose aquel postulado “si no puedes con el enemigo, únete a él para que lo destruyas”, según la recomendación de Sun Zu y acogida por el filósofo Nicolás Maquiavelo. Pero Chávez no pudo destruirlos. Esa recomendación de Maquiavelo si le funcionó a la derecha  adeca copeyana al penetrar y adueñarse del proceso y secuestrar al MVR y luego al PSUV. Así fue como desviaron  y mataron el proyecto original bolivariano del MVR-200, para evitar una verdadera revolución cultural, ética y moral.
Los diputados Hugbel Roa, Manuel Briceño, José Morales, Christian Zerpa  y toda la camada de Hugo Cabezas y las cúpulas regionales y nacionales del PSUV son los que han violado la CRBV, el Libro Rojo y demás leyes de la República; y si los preceptos morales y éticos  contenidos en el Libro Rojo y en la CRBV, referidos a la sana administración de los dineros del estado venezolano se cumplieran, todos ellos ya estarían expulsados del PSUV y hasta presos.
Finalmente hago un llamado a la militancia honesta y consecuente del PSUV y a las bases también honestas de la oposición a incorporarse a Vanguardia Bicentenaria Republicana, VBR, para fortalecer este partido genuinamente bolivariano, zamorano y robinsoniano, fundamentado en la moral, la ética, la igualdad, la libertad y el equilibrio. El futuro de Venezuela no es hacia el pasado pero tampoco anclarse en el presente que es la parodia, fraude o imitación falsa del Bolivarianismo.
RUBEN SOSA, MIEMBRO DEL SECRETARIADO REGIONAL DE VBR DEL ESTADO TRUJILLO